Formación de Impacto: Las habilidades del consultor exitoso
Escrito por: Jessica Lemus y Betsaida Olivares
Sin temor a equivocarnos podemos afirmar que vivimos en la era de los retos. Para los profesionales dedicados a la formación y el acompañamiento empresarial, un mundo globalizado representa desafíos importantes que demandan la actualización permanente de conocimientos, pero más importante aún, la capacidad de inspirar, alentar y desarrollar el potencial transformador que tiene cada uno de tus oyentes.
Un gran poder conlleva una gran responsabilidad habrá dicho un célebre filósofo, y es esta responsabilidad la que nos compromete a mantenernos atentos y constantes a nuestro desarrollo personal y profesional, nadie puede dar lo que no tiene, y nosotros tenemos mucho que dar.
El consultor exitoso, además de mantenerse a la vanguardia de las estrategias y metodologías de enseñanza, las nuevas tecnologías de la información, las más recientes investigaciones académicas, y demás información relevante para su área de desempeño, también deberá ser un experto en el manejo de las habilidades para la vida.
En este sentido te presentamos dos de ellas que al ser aplicadas correctamente, te ayudarán a consolidar tu marca diferenciadora y a ser el cómplice ideal y necesario de cualquier proceso de crecimiento.
Un buen comunicador: La importancia de la comunicación asertiva
La comunicación mueve el mundo, y se presenta de las formas más diversas posibles. Comunicamos más que con palabras, con gestos, con acciones, con omisiones y con actitudes.
Más allá de buscar un manejo personal, calculado, metódico y diplomático, el buen comunicador sabrá escuchar y conectar con su audiencia. Mantendrá los ojos y los oídos bien abiertos porque comprende que escuchar es sumamente importante para establecer la condición indispensable de la buena comunicación: conectar.
A través de la transmisión consciente de las emociones creamos las condiciones necesarias para construir genuinas relaciones humanas que trascienden roles y situaciones que, más que transmitir un mensaje, transmite la calidez indispensable para las relaciones humanas. Las emociones son inherentes a nuestra naturaleza y el conectar con ellas nos permitirán convencer, emocionar, persuadir y ser entendidos por los demás.
Practica el autodiagnóstico de tus habilidades de comunicación, te invitamos a responder las siguientes preguntas cómo un autodiagnóstico y evaluar tus habilidades de comunicación: ¿Me tomo el tiempo necesario para escuchar las opiniones de los demás? ¿Trato de comprender cómo se siente la otra persona? ¿Le doy la importancia debida a mis expresiones no verbales? ¿Considero el impacto que tendrán mis palabras en mi oyente?
Adaptarse para transformar: La necesidad de la adaptabilidad
Lo único constante es el cambio y en una realidad donde el mundo gira a una velocidad de vértigo, la capacidad de gestionar esos cambios es sin duda una de las principales habilidades necesarias para la vida misma. La adaptabilidad puede definirse como la capacidad que tiene un individuo para ajustarse y responder de manera correcta ante los desafíos que nos representa el cambio, especialmente cuando estos se presentan de manera inesperada.
Ante toda situación existen dos tipos de elementos que la componen: los internos, que dependen de nosotros mismos o sobre los que tenemos acción directa; y los externos en los cuales tenemos poca o ninguna incidencia, aparentemente.
Saber reconocer estos factores es tan relevante que se han diseñado diferentes herramientas de análisis estratégico enfocadas en ellos, pudiendo mencionar el análisis PESTEL que aborda los factores externos (políticos, económicos, sociales y tecnológicos, ecológicos y legales) y la matriz FODA que integra en su análisis elementos internos (fortalezas y debilidades) y elementos externos (oportunidades y amenazas).
Tener clara esta clasificación nos permitirá manejar adecuadamente los cambios, y estos se podrán redimensionar, pasando de una situación de caos a una verdadera oportunidad de mejora, y más allá de eso, en una oportunidad de transformación de la realidad en la que nos desempeñamos. Aunque inicialmente pueda resultar complejo lograr concebir como una acción individual puede lograr la transformación de un ecosistema, esto sucede más frecuentemente de lo que podamos imaginar.
La transformación como todo proceso se gesta de manera gradual pero segura y esta no se refiere necesariamente a un nuevo descubrimiento o a un cambio dramático en la forma de hacer las cosas, muy por el contrario, puede encontrar su génesis en la innovación, es decir en la implementación de nuevas formas para llevar a cabo las tareas, o inclusive, como una nueva forma de pensar o de concebir los procesos, como por ejemplo la incursión en la creación de contenidos en nuevas redes sociales como TikTok (nueva tendencia de video snack) o rediseñando tu ficha de acción ambiental con nuevas propuestas de solución ante impactos negativos.
Los cambios se conciben en la mente y se trasladan a la realidad, volviéndola diferente, es decir transformándola. Este proceso no es siempre sencillo ya que todo cambio genera un temor a enfrentarlo, a este miedo comúnmente le llamamos resistencia al cambio y su sola presencia es motivo de preocupación. Sin embargo, como un mensaje esperanzador debemos recordar que ante la fuerza de la resistencia se impone la fuerza de la voluntad, que como la llama del fuego, siempre buscará el cielo, la conquista.
Te ofrecemos una mini guía destinada a ayudarte a gestionar mejor los cambios y a transformar tu realidad y la de tu audiencia.
Sigue estos pasos:
- Autoconocete: ten claras tus debilidades y fortalezas e identifica los aspectos de tu personalidad que te impiden ser más adaptable para trabajar en ellos;
- Piensa positivo: Acepta que el cambio es inevitable y empieza a verlo como una nueva oportunidad de transformación;
- Aprende a lidiar con la incertidumbre: No tienes el control absoluto, practica la paciencia y la tolerancia cuando enfrentes situaciones ambiguas o desafiantes;
- Desarrolla el aprendizaje continuo: Aprende de todo, especialmente de tus errores. Estar dispuesto a seguir aprendiendo te ayudará a mantenerte relevante y adaptable en cualquier contexto.
